El ajo negro es considerado una de las especias o condimentos que mayor popularidad ha alcanzado en los últimos años, llegando a convertirse en un elemento indispensable para la elaboración de distintos platillos culinarios, no solo por el sabor y el aroma, sino también por las numerosas propiedades que posee. Si bien muchos lo conocen, pocos saben realmente la historia del ajo negro, de modo que, a continuación, hablaremos acerca del origen de esta especia tan particular y otros detalles de singular importancia.
¿Cuál es la historia del ajo negro?
El ajo negro no es más que una variación del ajo común, obtenida mediante un proceso de maduración o fermentación completamente natural.
Fue descubierto en Japón cuando, casualmente, un científico tratada de hallar la manera de disminuir el típico aroma del ajo blanco. Para lograrlo, sometió el ajo a un proceso de fermentación, controlando la temperatura y la humedad, y descubrió que éste no solo había perdido el olor, sino que también habían sido alteradas sus propiedades; y es que, por si no lo sabías, el ajo negro cuenta con diez veces más oligoelementos, aminoácidos y vitaminas que las que se encuentran en el ajo tradicional.
Por otra parte, también pudo apreciarse un cambio en cuanto a su coloración, pues pasó del blanco al negro, gracias a la transformación sufrida por los aminoácidos y azúcares, al ser sometidos a elevadas temperaturas durante el proceso de fermentación.
Más allá de la historia del ajo negro, descubre el proceso de su elaboración
Aclarada la historia del ajo negro, pasemos a hablar sobre el proceso de elaboración del mismo, el cual no es para nada sencillo.
La siembra se lleva a cabo a principios del mes de diciembre y hasta mediados del mes de enero, iniciando la recolección en el mes de julio. Una vez retirados los tallos y raíces, y seleccionados los ejemplares, son llevados a una cámara de fermentación con agua de mar, durante un período que va de 60 a 90 días, tiempo en el cual el ajo comienza a percibir cambios en cuanto a su color, olor, sabor y propiedades.
Aunque proviene del ajo tradicional y es bastante similar en su exterior, el ajo negro tiene la particularidad de que en su interior posee un color oscuro y un aroma y sabor particulares. Se caracteriza por ser más dulce y tener una textura tan suave como la de las uvas pasas. Asimismo, no posee olor alguno y, aunque parezca increíble, no produce mal aliento.
En fin, ahora que ya conoces la historia del ajo negro y algunas de sus particularidades, esperamos que te animes a incluir esta maravillosa especia en tu cocina.